El año pasado vivimos una experiencia maravillosa en Getaria, un rincón lleno de encanto, historia y mar. Nuestro grupo de mujeres disfrutó de un día (o varios) entre risas, paseos y buena compañía, descubriendo cada detalle de este precioso pueblo costero.
Recorrimos su puerto, sus calles empedradas y disfrutamos del ambiente marinero que lo llena todo. Hubo tiempo para charlar, para saborear su deliciosa gastronomía y, cómo no, para brindar por la amistad y por los momentos compartidos.
Entre vistas al Cantábrico, buena comida y conversaciones que fluyen con naturalidad, Getaria nos regaló una jornada llena de alegría y complicidad.
Gracias a todas las que formaron parte de este viaje —por las sonrisas, el entusiasmo y la energía que pusisteis en cada momento—.
¡Seguimos sumando experiencias y recuerdos juntas!